La escuela a la que iba cuando era niña estaba muy cerca de mi casa. Mi mamá me llevaba en la mañana y antes de entrar al salón corría a saludar al Señor Cuaco, un pato que tenía la escuela como mascota. La casa que servía de sede para la escuela era muy pequeña y pintoresca, con techos altos y de doble agua; con jardineras que tenían florecitas de colores todo el año y con un pequeño jardín que servía de patio de juegos para todos los niños.
A pesar de que los animales rara vez han estado presentes en mi vida, el Señor Cuaco fue importante para mí, era divertido tener un pato como mascota en la escuela, esa es la verdad. Su estanque improvisado en una tina construida especialmente para él. Era roja por fuera y por dentro tenía un color que hacía ver el agua sucia aunque decían las maestras que la cambiaban con frecuencia, en retrospectiva pienso que no. Aunque Señor Cuaco estaba afuera de su “estanque” casi todo el día, sacudiendo sus plumas y haciendo ruidos que nos distraían de las clases.
Durante meses el Señor Cuaco nos dio la bienvenida a la escuela, no importaba si algún niño lloraba antes de entrar, incluso si era una mamá al dejar a los más recientes compañeros de estudios, el pato siempre estaba ahí para animarnos. ¿Quién no siente ternura al ver a un animal tan lindo rodeado de las más extrañas criaturas uniformadas con mochilas y zapatos?
Señor Cuaco estuvo ahí hasta que un día al llegar a la escuela no estuvo más. Hubo gestos de desilusión y de intriga, muchos incluso se imaginaron lo peor, pero sólo los más allegados al Señor Cuaco sabíamos que había terminado su ciclo como una mascota escolar y que se había ido a liderar la lucha de independencia de su estanque que era reprimido por los gansos malvados de otro planeta. Señor Cuaco no soportó la idea de que su familia fuera gobernada por alienígenas que no entendían las necesidades de su pueblo y de regresó a salvarlos. ¡Un héroe!
Más de 20 años después de que partió Señor Cuaco de esa escuela en la que trabajó muchos años, se encuentra viviendo en su estanque y es gobernador de su ciudad, vive con su familia y conserva una cabeza de ganso alien en su oficina como reconocimiento de su lucha. ¿Qué cómo lo se? Hace una semana recibí un telegrama de Señor Cuaco contándome la historia de su familia y todos sabemos que eso es lo que pasa cuando una mascota se va repentinamente de la escuela en donde estudias.
Laminita
Twitter: @alinatm
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